martes, 8 de septiembre de 2009

Arcangel Gabriel


Día en su honor: MIERCOLES
Colores: BLANCO - PLATA - CELESTE.
Propicia: Ahuyenta la falsedad. Ayuda a ser constantes. Atrae alivio ante la afliccion amorosa. Atrae las buenas compañias. Protege a las embarazadas
Velas: Rosa para sentimientos, familia, blanco en caso de ayuda

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, cuya mujer era de la descendencia de Aarón y se llamaba Isabel. Ambos llevaban una conducta intachable y respetaban los mandamientos y ordenes de Dios. Sin embargo, no habían podido tener hijos, Isabel era estéril y ambos eran ya viejos.
Una tarde mientras Zacarías ofrecía el incienso y todo el pueblo se encontraba afuera, orando, se le apareció el ángel del señor, puesto en pie, a la derecha del altar. Zacarías tuvo miedo, pero el ángel le dijo:
“No temas Zacarías que tu oración ha sido escuchada; tu esposa Isabel te dará un hijo, al que llamaras Juan. Para ti será motivo de gozo y alegría. Y muchos se alegraran de su nacimiento, porque será grande a los ojos del señor, jamás beberá vino ni bebida embriagante, estará lleno del espíritu santo, desde el seno de su madre, hará que muchos hijos de Israel se vuelvan al Señor, su Dios, e ira delante de el con el espíritu y el poder de Elías, para hacer que el corazón de los padres vuelva hacia los hijos, y que los rebeldes vuelvan a la sensatez de los buenos, a fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”.
Entonces Zacarías quiso saber “¿Cómo será esto posible? Porque yo ya soy viejo y mi mujer es de avanzada edad”.
El ángel respondió: “Yo soy Gabriel, el que esta en la presencia de Dios y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte esta buena noticia. Pero mira, te vas a quedar mudo y sin poder hablar hasta el día en que se realicen estas cosas, por no haber creído en mis palabras, las cuales se han de cumplir a su tiempo”.
Mientras tanto, el pueblo esperaba que Zacarías saliera a continuación con su liturgia. Cuando por fin salió, no podía hablarles. Los presentes comprendieron que había tenido una visión. Zacarías intentaba explicarles por señas, pero no lograba que lo entendieran. Tiempo después su esposa, Isabel concibió y Zacarías recupero la palabra.